Museo Aguilar y Eslava
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10.04.18
Archivo Histórico de la Fundación Aguilar y Eslava

DOCUMENTO DESTACADO

Breve apostólico de Clemente XIII concediendo licencia para la celebración del Santo Sacrificio de la Misa en el oratorio del Real Colegio (Roma, 9 de febrero de 1768)


Antonio Suárez Cabello

Otra de las joyas documentales del Archivo Histórico de la Fundación Aguilar y Eslava es un breve apostólico de Clemente XIII concediendo aprobación para la celebración del Santo Sacrificio de la Misa en el oratorio del Real Colegio (Roma, 9 de febrero de 1768). Se trata de un pergamino de 25,00 x 42,00 cm en magnífico estado de conservación. Por supuesto, está manuscrito en latín.

Hace ya algunas fechas dábamos a conocer otro de iguales características, de Inocencio XII, expedido en 1693, tercer año de su pontificado, concediendo la misa diaria. El breve es un documento emitido por el papa y redactado en forma menos solemne que las bulas. Desde luego, estos dos títulos son una muestra irrefutable de la importancia del Real Colegio de la Purísima Concepción de Cabra.

D. Luis de Aguilar y Eslava había dejado escrito en su testamento “que se haga Iglesia en el dicho Colegio, donde precedida dispensación de quien la pueda dar se diga misa por el rector de dicho Colegio, por mi ánima y las de mis difuntos, que oigan los dichos colegiales en comunidad antes de entrar en los estudios”. También añadía en sus disposiciones “que se gane bula de Su Santidad o de quien poder tenga para conceder para que el dicho Colegio goce de inmunidad eclesiástica”.

Las Constituciones de 1700, en el apartado DEL RECTOR, en su punto 5, dice: “El rector tiene la obligación de decir misa todos los días por la intención del Sr. Fundador, y la dirá en la capilla del Colegio para que todos los colegiales la oigan a la hora y como se dirá en la Constitución de los Ejercicios Espirituales del Colegio, y si por indisposición no pudiere celebrar la misa el rector dará noticia a los sres. patrono y superintendentes para que den providencia de forma que no falte, y si muriere algún colegial dentro del Colegio aplicará por su alma doce misas”. Se trata de un cargo que debía ocupar un sacerdote.

En el reverso de la autorización se recogen diversas diligencias que actualizan la concesión, como la del 6 de diciembre de 1769 dada en el Palacio Episcopal de Córdoba: “Don Martín de Barcia por la gracia de Dios y de la Santa Sede Apostólica, obispo de Córdoba, del Consejo de S. M., prelado doméstico perpetuo de Su Santidad y asistente al Sacro Solio Pontificio.

Visto por Nos este Breve de Oratorio y constándonos ser cierta la narrativa que inclinó el ánimo de S. B. a la Comisión de este indulto, y por visita hecha de nuestra Comisión, que se halla la pieza destinada para celebrar en ella el Santo Sacrificio de la Misa con independencia de las oficinas de la Casa, y los ornamentos y vasos sagrados con las correspondientes decencia: Concedemos nuestra bendición y licencia para que se pueda usar de esta gracia apostólica por tiempo de siete años, y menos lo que fuera nuestra voluntad con las restricciones en el prevenidas y más con la de que no pueda tener puerta a la calle ni campana como ermita pública”.

Otra de las visitas está fechada en Cabra el 20 de octubre de 1771. Se informa que se ha reconocido el Oratorio y “hallado subsistir las causas y demás conforme a el contexto del Breve, concedemos nuestra licencia para su uso durante la sede vacante con las limitaciones que previene”. En esta constancia manuscrita aparece la firma de D. Antonio Caballero y Góngora, arzobispo-obispo de Córdoba, al haber fallecido D. Martín de Barcia el 22 de junio de 1771, de ahí la alusión a la “sede vacante”.

La siguiente visita al Real Colegio se produce el 4 de julio de 1776, de la que dejan también constancia. Reconocen su contenido y hallan el lugar “con la correspondiente licencia para su uso”. Aparece la firma autógrafa de Don Francisco de Argote. Hay una huella de lacre, sello y pequeño cordón que, de momento, no hemos localizado su identificación.

Siguiendo la reseña histórica de Vargas y Alcalde, en los primeros tiempos sirvió de capilla una clase de la planta baja. Años después se labró una nueva en el extremo de la crujía alta, teniendo lugar su bendición el 30 de octubre de 1819. Según Vargas y Alcalde, “parece que se colocó ya en el altar la preciosa imagen de la Inmaculada Concepción (obra de escultor malagueño León), que es de singular mérito artístico, de elegante, esbelta y majestuosa apostura, y de tamaño casi natural”. Es en 1858 cuando se habilitó un local destinado al culto en la planta baja del edificio a expensas del director del Centro D. Juan Antonio de la Corte.

En las Constituciones, en el apartado de los oficios de los colegiales, se recoge que habrá uno que sea capiller, siendo su obligación el tocar la campana para ir a rezar el rosario y los demás ejercicios devotos. Cuidará de la capilla, de los ornamentos, lámparas y demás alhajas Servirá todas las misas que se dijeren y prevendrá lo necesario. El Rector velará de que tenga aseada la Capilla. Todos los sábados ha de barrerla y por esto estará excusado de barrer los corredores con los demás para poner y quitar las esteras. Llamará al portero o mozo de cocina que le ayude a este oficio. Este trabajo durará una semana y turnarán todos desde el más antiguo.

El Papa Clemente XIII nació en Venecia en 1693. Su biografía subraya que en 1743 obtuvo el obispado de Padua y en 1747 era cardenal-presbítero del título de Santa María in Aracoeli. Al morir Benedicto XIV fue elevado al sumo pontificado. Permaneció en la Santa Sede de 1758 a 1769. El breve pone año décimo de su reinado (Nostri Anno Decimo), estando concedido, por tanto, un año antes de su muerte. Le sucedió en el papado Clemente XIV.


ARCHIVO HISTÓRICO DE LA FUNDACIÓN AGUILAR Y ESLAVA
Documento Destacado:

1768
1 pergamino de 25,00 x 42,00 cm

Breve apostólico de Clemente XIII concediendo licencia para la celebración del Santo Sacrificio de la Misa en el oratorio del Real Colegio (Roma, 9 de febrero de 1768).

Ms. en latín.
En el reverso, en castellano, visitas realizadas al Real Colegio actualizando el Breve apostólico en los años 1769, 1771 y 1776.
Huella de un sello sin identificar.

Sig.: SV.L1.E1b.

[DD 2018 04 asc]

Bibliografía:

Vargas y Alcalde, Manuel, Reseña histórica del Real Colegio de Estudios Mayores de la Purísima Concepción, fundado en Cabra por el Licenciado don Luis de Aguilar y Eslava, Pbro., y de su Instituto Provincial de Segunda Enseñanza de la misma Ciudad, Sevilla, 1879, 244 p.

Rubio Sánchez, María Soledad, Historia del Real Colegio de Estudios Mayores de la Purísima Concepción de Cabra (Córdoba). 1679-1847, Universidad de Sevilla, Sevilla, 1970, 303 p.