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PIONERAS: ALUMNAS Y PROFESORAS DEL REAL COLEGIO E INSTITUTO DE CABRA

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El Instituto-Colegio Aguilar y Eslava y la Sima de Cabra


El Instituto-Colegio Aguilar y Eslava y la Sima de Cabra

EXPOSICIÓN El Instituto-Colegio Aguilar y Eslava y la Sima de Cabra

La exposición se estructura fundamentalmente en tres apartados:

La primera vitrina de la exposición contiene dos joyas del fondo bibliográfico de la Biblioteca Histórica Aguilar Eslava: una de 1615, el mismo año que la publicación de la segunda parte del Quijote en la que se alude a la famosa sima de Cabra, y otra de la primera edición facsímile de la inmortal obra cervantina. La de 1615, dada a la estampa en Sevilla, es "Flos sanctorum: fiestas, i Santos naturales de la ciudad de Cordova" del padre Martín de Roa (1563-1637). En ella aparecen los mártires egabrenses San Rodrigo, San Witesindo y San Argimiro. En la biografía de San Witesindo, cuando habla de La Nava, dice: "No lejos de ella, se abre la tierra en tanta profundidad entre unas peñas, que se cree no tener suelo, tanto que dio lugar al proverbio celebrado en España, sima de Cabra, que así llamamos los españoles semejantes honduras". Las sucesivas propiedades del volumen quedan manuscritas en sus páginas: primero fue de D. José Chacón y Río, rector y cura de la iglesia parroquial de Santiago de Montilla. Éste se lo regaló a D. Lorenzo de Porras Vicentelo, natural y vecino de Sevilla en el 1737, quien lo donó por su muerte al Colegio de la Purísima Concepción de la villa de Cabra.

El otro título es la primera edición del Ingenioso Hidalgo don Quijote de la Mancha, de Miguel de Cervantes Saavedra (1547-1616), reproducida en facsímile por medio de la fototipografía y publicada por su inventor el coronel D. Francisco López Fabra bajo los auspicios de una Asociación Propagadora (Barcelona, 1871-1873). La tirada fue de 1605 ejemplares numerados (año de publicación de la primera parte del Quijote). Los dos volúmenes del fondo bibliográfico llevan como número el 217. Está abierto por la parte en la que el Caballero del Bosque le explica a don Quijote que su enamorada, la sin par Casildea de Vandalia, le mandó que se precipitase y sumiese en la sima de Cabra, "peligro inaudito y temeroso, y que la trujese particular relación de lo que en aquella escura profundidad se encierra", contando el caballero que se despeñó en la sima y sacó a luz lo escondido de su abismo (Vol. II, Cap. XIV).

En la siguiente vitrina, de grandes dimensiones, está el tomo referido a Cabra del "Diccionario geográfico-estadístico-histórico de España y sus posesiones de Ultramar", llamado popularmente "Diccionario Madoz", obra de consulta para historiadores, investigadores y arqueólogos. Se trata de una magna publicación compuesta por 16 volúmenes editada en Madrid durante los años 1845-1850. En este diccionario se habla de que "lo más notable del término es el célebre pozo o Sima de Cabra, que tanto llamó la atención de Cervantes y otros sabios". Más adelante da cuenta del reconocimiento que se hizo de ella en el año 1841 "por un profesor de matemáticas y otras personas del colegio", de cuya visita nos ocuparemos en otro de nuestros artículos.

La referencia en el "Diccionario Geográfico, Estadístico, Histórico, Biográfico, Postal, Municipal, Militar, Marítimo y Eclesiástico de España y sus posesiones de Ultramar", publicado bajo la dirección de D. Pablo Riera y Sanz en 12 volúmenes (Barcelona, 1881-1887) es muy escueta: "[...] y la famosa sima ó cisterna de Camarena, situada á un lado de la sierra, á la espalda del Tajo".

De la Biblioteca de Autores Españoles, del siglo XIX, editada por Rivadeneyra, se exponen tres tomos que aluden a la sima de Cabra. Los pasajes son: 1) Adjunta al Viaje del Parnaso de Miguel de Cervantes (1614): "Item, se da por aviso particular que si alguna madre tuviere hijos pequeñuelos, traviesos y llorones, los pueda amenazar y espantar con el coco, diciéndoles: Guardaos, niños, que viene el poeta fulano, que os echará con sus malos versos en la sima de Cabra, o en el pozo Airón". 2) Relaciones de la vida del escudero Marcos de Obregón de Vicente Espinel (1618): "Alegróse la madre de lo que vía; rogóme que le enseñase aquel ensalmo, a que yo le respondí: Señora, estas palabras no las puede decir sino quien hubiere estado en el estrecho de Gibraltar, en las islas de Riazán, en las columnas de Hércules y en el Mongibelo de Sicilia, en la sima de Cabra, en la mina de Ronda y en el corral de la Pacheca, que de otra manera se verán visiones infernales que atemoricen a cualquiera persona. Dije estos y otros muchos disparates, con que se le quitó la gana de saber el ensalmo". 3) El diablo cojuelo de Luis Vélez de Guevara (1641): "Luego Cabra, celebrada por su sima, tan profunda, como la antigüedad de sus dueños pregona con las lenguas de sus almenas, que es del ínclito duque de Sessa y Soma, y que la vive hoy su entendido y bizarro heredero".

Encontramos además el Romancero de El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha, sacado de la novela de Miguel de Cervantes Saavedra por su admirador entusiasta Maximino Carrillo de Albornoz (Madrid, 1890): "me ordenó que me arrojara / al fondo del negro abismo / llamado Sima de Cabra".

No falta Morsamor (Peregrinaciones heroicas y lances de amor y fortuna de Miguel de Zuheros y Tiburcio de Simahonda) de Juan Valera (1899), en edición de su hija Carmen Valera Delavat (1926): "-Esos son dos ricos y elegantes aventureros de Castilla; el más granado se llama Miguel de Zuheros, por sobrenombre Morsamor; y el jovencito, que es un doncel, se llama Tiburcio de Simahonda". Por la trama de la ficción valerista sabemos que con un conjuro mágico, otro fraile, cultivador de las ciencias ocultas, le devuelve la juventud y la fuerza a fray Miguel de Sueros, y éste se decide a dar la vuelta al mundo. Le acompaña como escudero Tiburcio de Simahonda, reencarnación de un hermano lego; en realidad, un demonio. Junto a Morsamor, el discurso que por encargo de la Real Academia Española escribió D. Juan Valera para conmemorar el tercer centenario de la publicación de El ingenioso hidalgo D. Quijote de la Mancha, leído por el Sr. Alejandro Pidal y Món en la sesión celebrada el día 8 de mayo de 1905. Valera no pudo hacerlo ya que había fallecido antes de concluirlo definitivamente (18 de abril de 1905). Se trata de una edición facsímile del Ayuntamiento de Cabra (2003).

Dos ediciones de lujo del Quijote, de extraordinaria factura, forman parte de esta vitrina. La una, anotada por Nicolás Díaz de Benjumea e ilustrada por Ricardo Balaca y José Luis Pellicer (Barcelona, Montaner y Simón, 1880-1883). La otra, adornada con láminas en cobre, cuyas planchas son propiedad de la Real Academia Española (Madrid, 1862).

Aunque en documentos fotocopiados, se muestran tres fragmentos de textos alusivos a la Sima. 1) De Kitab ar-Rawd al-mi"tar fi habar al-aktar (1461), del recopilador árabe Abu "Abd Allah Muhammad Ibn "Abd al-Mun"im al-Himyari, traducido por M.ª Pilar Maestro González (Valencia, 1963): Cerca de Cabra se encuentra la gruta conocida bajo el nombre de al-"Arub. No se puede llegar al extremo de esta caverna, ni explorar su fondo. Es una de las puertas que dan acceso a los vientos; se la llama también "El pozo del viento". Después cuenta el compilador la leyenda de que cierto califa omeya mandó al gobernador de Cabra que la rellenase de paja y hierba para taponar la gruta. Una vez concluido el trabajo, el gobernador quiso dar fe del mismo redactando su informe en la misma puerta de la caverna, pero tembló el suelo y la paja y la hierba quedaron sepultadas en la misma. Asimismo se cuenta que se precipitaron vivos en esta gruta cierto número de esclavos que habían sido hechos prisioneros. 2) Juan de Padilla "El Cartujano", en Los Doze Triunphos de los Doze Apóstoles (1521), en el Triunfo quinto que es de Santiago el Mayor, en el signo de León, Capítulo Octavo, 9 escribe estos versos: "remedio ninguno la triste tenía, / como quien cae en la sima de Cabra: / aunque la tierra profunda se abra, / con terremoto del último día, / aquí siempre la muerte le labra". 3) Dos décimas, manuscritas del Panegírico a la Virgen de la Sierra de Jerónimo de Herrera (1626), recogido en el manuscrito original de Juan de Vega Murillo y Aguilar, Historia de la villa de Cabra (1668), que se conserva en la Biblioteca Nacional de Madrid:

"Una espelunca redonda
en este monte se funda,
de gran boca y tan profunda,
que no puede humana sonda
medir la distancia honda
de su abismo tremebundo,
cuyo cóncavo profundo
con su escoplo el tiempo labra:
ésta es la sima de Cabra,
tan nombrada en todo el mundo.

A la mitad de la altura
de la sierra, en una falda,
de vuestro templo a la espalda,
está la horrible abertura,
y el extremo de su hondura
con la altura corresponde
de esta gran montaña, adonde
sirve de enigma que muestra,
Virgen, que en la alteza vuestra
profunda humildad se esconde".

El "esqueleto del conserje" podemos contemplarlo en el aspecto libresco, ya que la ficción literaria permitió al autor de la novela Paraíso imposible, Francisco de Paula Sánchez (Ánfora Nova 2009), relacionarlo con la Sima de Cabra: "[...] Otros, en fin, sostienen que tan repetido esqueleto perteneció a un bedel de primeros del siglo XVIII, el cual, subiendo a la sima de Cabra con un grupo de colegiales, falleció en el trayecto, no sin antes rogar a los alumnos que le acompañaban que sacasen su cuerpo de la sepultura cuando sólo quedaran sus huesos y lo llevasen al colegio para enseñanza de los colegiales. En fin, leyenda [...]".

Continuando con el recorrido expositivo que podemos contemplar en estas fechas en el Museo Aguilar y Eslava, y como dijimos en nuestra anterior reseña, toca detenernos en esta ocasión en las vinculaciones establecidas entre el Instituto-Colegio Aguilar y Eslava y la Sima de Cabra, lazos provocados, en parte, por las conmemoraciones del tercer y cuarto centenario de la publicación de la inmortal obra de Cervantes Don Quijote de la Mancha (1905-2005). Eventos recogidos ampliamente por Pablo Luque Valle en La Sima de Cabra; algunos de estos documentos se exhiben en el espacio y vitrinas de la muestra. Pero también fue fundamental la exploración de la sima llevada a cabo por el Instituto-Colegio, que dejamos para el siguiente artículo.

Muy significativa es la resolución "económica" del Claustro de profesores sobre los festejos a celebrar con motivo del III Centenario de la edición del Quijote, dirigida al presidente de la Junta de Administración y Gobierno del Colegio por parte del director del Instituto señor Correché, compromiso que se recoge en el Libro de Salidas que se enseña, fechado el 4 de mayo de 1905: "N.º 22. Acordamos por este Claustro diferentes festejos para celebrar oficialmente el tercer centenario de la publicación del Quijote como son: el poner una lápida conmemorativa en la boca de la sima que cita el libro inmortal; celebrar un acto literario en este Instituto y costear honras fúnebres por el alma de Cervantes en la Iglesia de Sto. Domingo de esta Ciudad, y teniendo en cuenta que las fiestas han de ser comunes a ambas entidades, Instituto y Real Colegio y que a éste pertenecen la mayor parte de los alumnos del primero, entiendo, como entiende el Claustro que me honro en presidir, que estando tan íntimamente unidas ambas entidades los gastos, de alguna consideración, que los citados festejos exigen, deben ser pagados por ambas Corporaciones, ruego a esa Junta de su digna presidencia, que me autorice para sufragar la mitad de esos gastos, de los fondos del Colegio, cargándoles en los capítulos respectivos, los que en ellos tengan entrada y los que no al de imprevistos, que tiene su presupuesto". Los tres puntos acordados quedan visualizados en la exposición:

1) Un maniquí con toga y medalla da fe del acuerdo (Acta del 3 de mayo de 1905. Archivo Instituto Aguilar y Eslava) en el que se indica que el Claustro de profesores acudirá al acontecimiento literario y a las honras fúnebres con toga y medalla.

2) Una alegoría simboliza la celebración de las honras fúnebres del 9 de mayo a las diez de la mañana en la Iglesia de Santo Domingo de Guzmán, a la que concurrió el Claustro de profesores y la colegiatura. Sobre una mesa se contemplan los dos volúmenes del Quijote, escribanía, espada y una corona de laurel, presidiendo la escena un cuadro con la figura D. Miguel de Cervantes; siguiendo en parte lo descrito en la crónica reseñada en El Defensor de Córdoba, nº 1683, 13 de mayo de 1905, p. 2.: "En el altar mayor se elevó un gran catafalco que a la vez reunía las condiciones de sencillez y severidad que estos actos requieren, había profusión de luces y una alegoría formada con tomos del libro inmortal de Cervantes, una corona de laurel, una espada y un tintero con dos plumas [...] La oración fúnebre estuvo a cargo del elocuente orador sagrado don Pedro Vílchez y Ascanio, capellán de este Instituto".

3) Información y fotografía de la piedra que hoy podemos contemplar al lado de la boca de la sima de Cabra nos acercan a lo vivido en aquellos momentos, testimoniado de forma magistral por la célebre foto que aparece en el Espasa Calpe. Este apartado se documenta de la siguiente forma:

a) Compromiso, según acta que se exhibe, del Claustro de 21 de febrero de 1905 (Archivo Instituto Aguilar y Eslava): "3.º Se acordó por lo que respecta á la celebración del tercer centenario del Quijote se refiere, estudiar las condiciones en que se ha de conceder un título de Bachiller gratuito [...] y que en la Sima de Cabra, citada en la obra inmortal, se inscribiese en una lápida formada sobre la peña vertical del lado derecho convenientemente preparada, el párrafo que a la citada Sima se refiere [...] y a cuyo efecto, se encargó al señor profesor de dibujo don Ángel Hernández, que forme un croquis de la lápida e inscripción y de acuerdo con algún maestro cantero forme el presupuesto de la obra, para someterlo a la aprobación del Claustro".

b) La descripción de la losa que vemos en una interesante foto de Pere Plana Panyart (1963) es como sigue: Lápida rectangular de un metro setenta centímetros de alto por uno diez de ancha, tallada en la roca vertical que se abre a la derecha de la boca de la Sima, en alto relieve, formando una cornisa sostenida por dos pilastras y en su interior una orla circular con la inscripción "Instituto General y Técnico y Real Colegio de Cabra", en los ángulos superiores las fechas "1605-1905", en los inferiores "En el Tercer Centenario de la publicación del Quijote", en el centro de esta orla, otro alto relieve que figura un libro abierto leyéndose en su primera línea "Don Quijote de la Mancha" y debajo como texto en sus dos páginas las palabras: "Otra vez me mandó que me precipitase y sumiese en la sima de Cabra, peligro inaudito y temeroso y que le crujiese particular relación de lo que en aquella escura profundidad se encierra" (Parte segunda, capítulo XIV). Diseñó la lápida el profesor numerario de dibujo D. Ángel Hernández Mohedano, siendo el constructor de la misma Tomás Esteban Molina.

c) Un ejemplar de La Opinión de 7 de septiembre de 1955 reproduce, cincuenta años después, el acta de la inauguración de la lápida conmemorativa del III Centenario de la estampación del Quijote por el Claustro del Instituto General y Técnico y la Junta de Administración y Gobierno del Real Colegio de la Purísima Concepción, anejo al mismo, a la que asistió un numerosísimo público como queda reflejado en la fotografía a la que hemos aludido anteriormente.

La conmemoración del IV Centenario del Quijote se llevó a cabo el 6 de mayo de 1905, con la visita al lugar de la sima de Cabra de alumnos y profesores, testimoniada con la colocación de otra placa, de la que deja constancia una foto de Moisés Blanco Aguilera.

Este IV Centenario supuso una amplia actividad desarrollada por GEAL y CIMA 2000, documentada suficientemente en una de las vitrinas, demostrándose el interés de estos colectivos en pro de proyectar universalmente este lugar cervantino: Cartel del Campamento de Espeleología Ciudad de Cabra, celebrado del 7 al 11 de diciembre de 2005; Tríptico de la VIII Travesía de Montaña Subbética Cordobesa, el 15 de octubre de 2005; Tríptico de la VI Jornadas de Montaña y Aventura. Ciudad de Cabra 2005, del 18 al 20 de noviembre de 2005; Díptico de la Exposición El Mundo de las Cavidades. La Sima de Cabra, del 14 al 20 de noviembre de 2005 y Tríptico del Campamento de Espeleología Ciudad de Cabra, del 7 al 11 de diciembre de 2005. Hay que añadir dos interesantísimos vídeos de GEAL: Relatos y leyendas de la Sima de Cabra. IV Centenario del Quijote y Exploradores de la Sima de Cabra. Técnicas empleadas, este último con el patrocinio del Patronato Municipal de Deportes del Ayuntamiento de Cabra. Se complementó la efeméride con una mesa redonda en el Patio de Cristales del Instituto Aguilar y Eslava, organizada por el IES Aguilar y Eslava, Patronato de la Fundación Aguilar y Eslava y los clubes deportivos GEAL (Grupo Espeleología Aire Libre) y CIMA 2000 (Club Integral de Montaña y Aventura). De la que da fe la invitación al acto.

Por último, queremos recoger en esta segunda entrega lo relacionado con el asesinato de Pedro Ochoa, llevado a cabo en 1683 "por pasiones viles" y arrojado a la Sima de Cabra. La documentación expuesta en una de las vitrinas corresponde a un dibujo actual de Miguel M. García Ligero que ilustra la caída y rescate del cuerpo de Pedro Ochoa. Según un manuscrito de Manuel de la Corte y Ruano sobre La Sima de Cabra (1838) conservado en la Real Academia de la Historia, del que se expone fotocopia, "Manuel de Aguilera Toledano, de ilustre nacimiento, casado con Isabel de Arias Tejeiro, y mal entretenido con Francisca Tirado, mujer de Pedro Ochoa, consumó por pasiones viles el asesinato del marido de su amante, hecho ocurrido el 16 de mayo de 1683. Lucas Campisano y Juan Francisco Aranda fueron los instrumentos pagados por Manuel de Aguilera Toledano para ocultar el cadáver de Ochoa. Una cuerda ensangrentada que por descuido dejaron cerca de la boca de la sima fue la prueba del delito".

Para la recuperación del cadáver se brindó Fernando Muñoz Romero. El descenso se realizó por Orden Judicial del Corregidor Diego de Ojeda y Alguacil Mayor Jacinto de Paz Lorite para esclarecer el asesinato de Pedro Ochoa. Se trata del primer descenso a una vertical absoluta y primer espeleosocorro en el fondo de una cavidad. Estuvo protagonizado por el egabrense Fernando Muñoz Romero, joven Oficial de Cantería del taller de Melchor Aguirre. De forma excepcional se muestra el original del asiento de bautismo de Fernando Muñoz Romero, que copiado literalmente dice: "En la villa de Cabra en diez días de mes de Abril de mil seis cientos y sesenta años yo el Pbro [abreviatura de Presbítero] Don Sebastian Andrade Cuellar Rector de la Parroquia de dicha villa Bautize solemnemente a Fernando Felix Benito hijo de Alonso Muñoz Romero y de Antonia de aguila su mujer fue su compadre Don Fernando Maqueda a quien adeverti el parentesco espiritual que contraia con su ahijado y sus padres fueron testigos Pedro de soto Alonso montoro y Alonso Vicente e todos vecinos de dicha villa y lo firme. Pbro [abreviatura de Presbítero] Don Sebastian Andrade Cuellar". [Libro 17º de Bautismos, p. 136 reverso. Archivo Histórico Parroquia de la Asunción y Ángeles].

Una de las vitrinas está dedicada a cartografía, en la que aparece el nombre de la sima de Cabra en algunos mapas geográficos. Las copias cartográficas a color proceden de los Archivos Histórico y Provincial de Córdoba y de la Real Academia de la Historia.

La documentación que podemos ver es la siguiente:

- Cabra. Mapa Catastro del Marqués de Ensenada. Autor desconocido. Año 1751. Sin escala original.
- Das Königreich Córdoba. Autor: Fran Johan Joseph von Reylly (1766-1820). Año 1791. Escala original: 1:46.000. Recogido en la obra "Schaplatz der fünf Theile der Welt...", Wiwn, 1789-1806.
- Mapa Geográfico del Reyno de Granada. Autor: Tomás López de Vargas Machuca. Año 1795. Escala original: Leguas de 20 al grado. Leguas geográficas de España de las que entra 17 ½ en un grado y Leguas legales de 5000 varas cada una.
- Mapa de la Provincia de Córdoba. Autor: Gaspar y Roig Editores. Año 1870. Escala original: Leguas españolas de 20 al grado. Millas geográficas de 60 al grado y en kilómetros.
- Provincia de Córdoba. Atlas geográfico descriptivo de la Península Ibérica, Islas Baleares, Canarias y Posesiones Españolas de Ultramar. Autor: Emilio Valverde y Álvarez. Año 1877. Escala original: 1:750.000. Grabado por J. Alfaro. Imprenta y Litografía de la Biblioteca Universal.

Otra de las vitrinas está destinada a la destacada figura de Juan Carandell y Pericay, presidida por una fotografía enmarcada dedicada de forma autógrafa al Instituto. Contiene materiales que pertenecen al fondo documental donado por la familia a la Fundación Aguilar y Eslava. Juan Carandell y Pericay (Figueras, Gerona, 1893 - Pals, Gerona, 1937), geólogo y catedrático de Historia Natural, estudió Magisterio, Geología y Farmacia en Madrid. Fue catedrático en el Instituto Aguilar y Eslava de Cabra (Córdoba) y su vida transcurrió por varias vicisitudes. Publicó más de 300 trabajos científicos y pedagógicos, sobre geografía, geología, guías, etc. Una parte importante de estos trabajos están dedicados a la Bética y a la geología de Sierra Morena. Se casó con Silveria Zurita en 1918, hija del entonces alcalde de Bujalance, que estudiaba en Madrid en la Institución Libre de Enseñanza y con la que tuvo dos hijos, Juan e Irene. De sus trabajos se pueden observar:

a) Fotografía de una excursión a la Sima de Cabra, posiblemente con alumnos del Instituto. Sin localización de fecha. En la instantánea se observan 41 personas alrededor de la boca de la sima.

b) Dibujo de la Sima de Cabra, y descripción de la misma, realizado por Juan Carandell. Sima de Cabra. Citada por Cervantes en Don Quijote, parte 2.ª, cap. 14. Tiene unos 114 metros de profundidad, es vertical, y mide unos 15 de circunferencia. Parece originada por una falla. Tiene cavidades hondas a los lados y cerca del fondo mana a veces agua. Está situada a 1 km. al E. de la vía férrea de Linares a Puente Genil, frente al kilómetro 37, y a 5 de Cabra.

c) Segunda nota acerca de la tectónica de la sierra de Cabra, artículo de Juan Carandell publicado en el Boletín de la Real Sociedad Española de Historia Natural, Tomo XXVIII, 1928 (pp. 75-77), en el que aparece el nombre de Sima en uno de los dibujos.

d) La sierra de Cabra, centro geográfico de Andalucía, artículo de Juan Carandell publicado en el Boletín de la Real Academia de Ciencias, Bellas Letras y Nobles Artes de Córdoba, n.º 14, octubre-diciembre de 1925, pp. 351-374, reproducido por La Opinión en varios números. Se exhibe croquis publicado en el núm. 2.945, de 27 de febrero de 1985, p. 6. (Hemeroteca Instituto-Fundación Aguilar y Eslava).

e) Introducción a un ensayo fisiográfico y geológico de la región egabrense (Provincia de Córdoba) por Juan Carandell (con un apéndice antropogeográfico). Cátedra de Historia Natural del Instituto General y Técnico de Cabra (Córdoba), 1921: La Sima de Cabra. Sería difícil su interpretación -y lo ha sido- si el observador, dejándose llevar de las generalizaciones, se atuviese solamente a la consideración del carácter calizo de la montaña y olvidase el factor tectónico, tan acusado allí. Con ser importante en su génesis el proceso químico, es mayor si cabe la contribución de un agudísimo pliegue-falla de eje vertical que allí existe. Otras simas existen en varios lugares de La Nava (sierra de Cabra), y en ellas se da la misma doble circunstancia litológica y tectónica. (Según el autor: Tectónica es la arquitectura de la corteza de la tierra y el agudísimo pliegue hizo que se rompiese la caliza a todo lo largo de él; las aguas no han hecho otra cosa que "perfeccionar" la resquebrajadura).

Miguel Moreno Olmedo (Cabra, 1912 - Jerez de la Frontera, 1993), licenciado en Ciencias Exactas por la Universidad Complutense de Madrid, antiguo profesor del Instituto Aguilar y Eslava, jefe de expedición en diversas exploraciones espeleológicas a cuevas de la Sierras Subbéticas y alumno aventajado del profesor Juan Carandell Pericay, tiene dedicada otra de las vitrinas, en la que aparece una foto del profesor (enmarcada) facilitada por la familia Moreno Molle.

Encontramos en esta vitrina el Acta del Claustro de 6 de octubre de 1941, pp.74-75 (Archivo Instituto Aguilar y Eslava) correspondiente al nombramiento de Miguel Moreno Olmedo como ayudante de clases prácticas de Física y Química:

3.º Dio cuenta el Sr. Director de los nombramientos hechos al ocurrir las recientes vacantes: [...] Leídas las solicitudes de D. Miguel Moreno Olmedo y D. Luis Derqui Morilla que aspiran a los cargos de Ayudantes de Clases prácticas, se nombra a D. Miguel Moreno Olmedo para las de Física y Química y a D. Luis Derqui Morilla para las de Inglés. D. Rafael Alcántara Lama, continúa como Ayudante de Clases prácticas de Dibujo.

De Miguel Moreno Olmedo visualizamos el expediente académico de los estudios realizados en el Instituto Aguilar y Eslava, con unas magníficas notas. Un personaje que dice Pablo Luque Valle, autor del libro La Sima de Cabra, se debería profundizar en su biografía y en las actividades que llevó a cabo. La viga metálica y polea metálica instalada en la boca de la Sima de Cabra, emulando la exploración de 1841 por docentes del antiguo Colegio de Humanidades de Cabra, fue ideada por Moreno Olmedo, colocándose antes del comienzo de la Guerra Civil Española. En ningún caso, aclara Pablo Luque, se trata de un raíl de la antigua línea ferroviaria Puente Genil-Linares, como se suele decir.

Hay dos dibujos de la boca de la Sima de Cabra. Uno de ellos forma parte del artículo de Manuel de la Corte y Ruano titulado La Sima de Cabra, cuyo autor es J.A. LACORTE F., el otro ilustra un artículo, igualmente de la autoría de la Corte y Ruano, que aparece publicado en el Semanario Pintoresco Español en 1839.

Un ejemplar de la Historia de la ciudad de Cabra por Nicolás Albornoz y Portocarrero (Madrid 1909, edición facsímile de Gráficas Flora, Cabra 1981, p. 244-248) nos traslada al año 1841, en el que siendo alcalde constitucional D. Manuel Sánchez Toscano, y profesores del Colegio de Humanidades de Cabra los señores D. Pedro de Torres y D. Nicolás Fernández, ofrecieron estos últimos, espontáneamente, descender a la sima, con el objeto de inspeccionarla e ilustrar con sus noticias las confusas y contradictorias que existían hasta aquella fecha, sometiéndolas a un prolijo y riguroso examen. Esta exploración la podemos considerar como la primera exploración espeleológica de la provincia y la primera exploración científica espeleológica a nivel mundial. Hubo disparidad en la interpretación de la génesis de la misma. La descripción se relata en el libro que aludimos.

De este histórico descenso se recoge en la crónica la diferente manera de opinar de los Sres. Torres y Fernández; mientras uno decía que la formación de la sima era obra exclusiva de la Naturaleza, el otro decía era debida a la mano del hombre. De estos profesores encontramos los siguientes datos en el libro de María Soledad Rubio Sánchez, Historia del Real Colegio de Estudios Mayores de la Purísima Concepción de Cabra (Córdoba) 1679-1847, Apéndice C. Catálogo cronológico de catedráticos, pp. 133-34: D. Pedro de Torres y Mogollón, natural de Granada, bachiller en Artes, era nombrado profesor de Matemáticas y de Dibujo el 18 de septiembre de 1840. D. Nicolás Fernández y Ruiz, natural de Alcaudete, sería elegido profesor de francés el 18 de septiembre de 1840 y el 15 de agosto de 1847 regente de segunda clase en Retórica. Acaso sus profesiones puedan vincularse a sus opiniones.

Una de las vitrinas grandes muestra la correspondencia entre Pere Plana Panyart y Juan Soca. Son 6 cartas fechadas desde el 7 de enero de 1968 hasta el 7 de abril del mismo año. El Sr. Plana solicita información sobre la sima de Cabra al Sr. Soca, en nombre del Grupo Universitario Laboral de Montaña de Córdoba, al estar preparando la publicación de un extenso estudio de las cavidades naturales que han sido exploradas; son documentos facilitados por Pere Plana Panyart de GULMONT. Actualmente preparan una incursión en la Sima de Cabra para realizar un estudio geológico de la misma, en el que se incluirán todas sus galerías.

Esta misma vitrina contiene recortes de prensa y documentos gráficos de diversas expediciones llevadas a cabo a la Sima de Cabra:

- Descenso de GULMONT (Grupo Universitario Laboral de Montaña de Córdoba) a la Sima de Cabra el 24 de febrero de 1963. La expedición se denominó "Operación sima de Cabra". Primer descenso a la hendidura egabrense en la época contemporánea (Córdoba. Diario Regional del Movimiento, n.º 6.372, 3 de marzo de 1963, p.8). Se acompañan fotografías de dicho acontecimiento.

- Descenso del Grupo de Espeleología Juvenil Ambrosio de Morales (GEJAM) a la Sima de Cabra el 12 de abril de 1965. Entrevista a los componentes del equipo de espeleología que han descendido a la Sima de Cabra, con exploración y estudio de la misma (Córdoba. Diario Regional del Movimiento, nº 737, 28 de abril de 1965, p. 8.) También ilustrado con diversas fotografías.

- Descenso de GESAC (Grupo de Exploraciones Subterráneas Arqueológicas de Córdoba) a la Sima de Cabra el 11 de junio de 1972. Toñi Vasco Cano, de 17 años, formó parte del equipo de descenso siendo la primera mujer en bajar a la sima de Cabra (El Correo de Andalucía, 15 de junio de 1972). Igualmente ilustrada con fotografías.

- Descenso de GEAL (Grupo Espeleológico Aire Libre) a la Sima de Cabra el 21 de agosto de 1977. Entrevista de Moreno Rosa junto a la boca de la sima a los componentes de GEAL, después de su descenso (El Egabrense, nº 127, 27 de agosto de 1977, portada y pp. 3-5), con fotografías de la bajada.

En una vitrina vertical hallamos diverso material utilizado en los descensos: casco usado por Antonia Vasco Cano, Brújula manejada en la exploración de la Sima en 1972 por el Grupo de Exploraciones Subterráneas y Arqueológicas de Córdoba (GESAC), casco empleado por Verdú Blanes y después por Antonio Muñoz Muñoz en 1960 (GEAL) y diversos elementos espeleológicos empleados en los años 1970 y 1980 por GEC y GEAL (rapelador, mini escala, bolsa). En la misma vitrina hay una Memoria fotográfica de la exploración de la Sima de Cabra en 1972 por el Grupo de Exploraciones Subterráneas y Arqueológicas de Córdoba (GESAC), propiedad de Manuel Barranco Muñoz.

Sobre un atril, un cuadro de prototipos y aparatos espeleológicos realizados por socios del Grupo Espeleológico Aire Libre (GEAL) en los años 1970 y 1980. Se expuso por primera vez durante las VI Jornadas de Montaña y Aventura Ciudad de Cabra, en noviembre de 2005.

Impresiona y llama poderosamente la atención la maqueta de la Sima de Cabra realizada en tres cuerpos (a escala) que representa las distintas vías de acceso al interior de la misma, ejecutada en el año 2005 para el proyecto IV Centenario del Quijote y la Sima de Cabra 1605-2005; expuesta por primera vez durante el I Campamento de Espeleología Ciudad de Cabra, en diciembre de 2005. Un excelente trabajo de Francisco Galo Sánchez que ha sido reformada para la presente exposición. Figuras de espeleólogos, a escala, nos acercan plenamente a su interior.

Junto a la maqueta de la Sima de Cabra una foto-composición de la misma, cuya dirección y realización corresponde a Francisco Galo Sánchez (GEAL Cabra: Pozo principal, Vía de las Palomas, Vía Oscura, Vía de los Canales, Vía de la Llave y Sala del Sarcófago y GEOS Sevilla: Vía Cervantes). Diversas topografías (nueve en total) de las distintas exploraciones realizadas completan esta apasionada aventura que nos sumerge por unos instantes en ese "peligro inaudito y temeroso" que escribiera Cervantes en su inmortal obra Don Quijote de la Mancha.

Como dijo Antonio Moreno Rosa, director del Museo Municipal Arqueológico de Cabra, en la presentación del autor del libro La Sima de Cabra, Pablo Luque Valle, uno de los aciertos de la obra ha sido escribir la historia de la exploraciones de la Sima, dejando constancia con las palabras de algunos de los protagonistas. No cabe la menor duda de que la visita a la exposición nos acercará a comprender mejor todo lo que existe alrededor de este abismo y a sus exploraciones, que se sucederán en el tiempo.

Numerosas personas e instituciones han hecho posible esta exposición que pretende mantener un diálogo con este lugar cervantino.

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