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PIONERAS: ALUMNAS Y PROFESORAS DEL REAL COLEGIO E INSTITUTO DE CABRA

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ARCHIVO HISTÓRICO AGUILAR Y ESLAVA

BIBLIOTECA HISTÓRICA AGUILAR Y ESLAVA

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07.11.18

El Instituto-Colegio de Cabra ante el bombardeo de 1938

Hace años buscando información acerca de la excursión que realizara el profesor Padre Peña con seis estudiantes del Instituto a la Cueva de los Murciélagos en agosto de 1938, topé de casualidad con estos textos de los libros de Actas del Claustro del Instituto de Cabra y Junta del Patronato del Colegio Purísima Concepción. En estos días se cumple el 80º aniversario de aquel fatídico día, 7 de noviembre de 1938. Extraño es que estudiosos de la Guerra Civil, de sus repercusiones y del bombardeo en Cabra, no hayan antes encontrado estas líneas.

La cifra de víctimas no la sabremos nunca con exactitud, como advirtiera el profesor Arrabal (2012) en su libro sobre el bombardeo de Cabra. Pero las fuentes consultadas hablan de 109 víctimas mortales y más de 300 heridos, según Antonio M. Arrabal (2012); en cambio, para Julio Fernández (2012) los fallecidos fueron 111 y casi 200 heridos, cuya cifra de fallecidos podría ser superior, pues el 20 de diciembre de 1938 se autorizó el traslado de 31 heridos desde el Hospital Militar de Vanguardia de Cabra al Hospital de Agudos de Córdoba. Pero lo que sí conocemos es el enorme impacto que este luctuoso acontecimiento ocasionó en la sociedad egabrense: numerosas víctimas, familias destrozadas, cuantiosos daños en edificios y espacios públicos, hogares particulares y calles, miedo en los habitantes, paralización de la vida cotidiana de Cabra, etc. Hemos de recordar que la ciudad recibió un total de 1680 kg de bombas, distribuido en seis artefactos de 250 kg y 12 bombas de 15 kg, según el estudio de Arrabal (2012).

Entre las rutinas de la población egabrense, estaba la de acudir todas las mañanas al Instituto de Cabra, profesores, alumnado y colegiales. ¿Qué ocurrió en el centro educativo y en su colegio?, ¿cómo se vivió aquellos días en el Instituto-Colegio de Cabra? Valoren ustedes mismos a tenor de la lectura de los siguientes apuntes:

«Sesión de Claustro de 17 de noviembre de 1938.- III Año Triunfal.
En la ciudad de Cabra, reunidos previa citación á las cinco y media de la tarde en la Sala de Profesores del Instituto los señores claustrales que al margen se anotan, el Sr. Director que preside declara abierta la sesión en la que se trataron los particulares siguientes:
[...]
2º El Director propone que conste en acta el sentimiento del claustro por el crimen de la aviación marxista que tantas víctimas produjo al bombardear en la mañana del día 7 del actual la ciudad de Cabra.
Todos los presentes se asocian a las palabras de condolencia del Director y al mismo tiempo de indignada protesta en contra del barbaro [sic] atentado que costó la vida á mas [sic] de un centenar de personas, produjo heridos de variada gravedad á 300 mas [sic] y derrumbó numerosos edificios la mayor parte de ellos situados en el barrio mas [sic] humilde de la Ciudad.
3º El Director comunica que el mismo día 7, autorizó á todos los alumnos internos que lo solicitaron para marchar a sus casas y satisfacer así el natural deseo de los padres, de tener entre ellos á sus hijos, después de pasados los primeros y horribles momentos del bombardeo. Como también muchos de los alumnos externos del Instituto se ausentaron con sus familias, las clases se suspendieron, y de la suspensión se dió [sic] cuenta en sendos oficios dirigidos á los Excmos. Sres. Ministro y Rector del Distrito.
El Ilmo. Sr. Rector contestó enseguida aprobando la medida, que mas [sic] tarde también fué [sic] aprobada por el Ilmo. Sr. Jefe del Servicio de Enseñanza Superior y Media.
Como era de esperar, la serenidad vá [sic] recobrándose y al normalizarse la vida civil en los distintos órdenes, procede pensar en la normalidad de la vida escolar. Desea el Sr. Director conocer la opinión de los claustrales é invita á que la manifiesten para, una vez asesorado por sus compañeros, proceder como mejor corresponda á los intereses docentes á él encomendados.
El Sr. Ruiz Ballón dice que ante los acontecimientos ocurridos en la Comandancia Militar, se encuentra incapacitado para reanudar su profesión y opina que se aplace la reapertura de las clases hasta conseguir una mayor serenidad.
Los demás señores presentes entienden que las clases deben reanudarse cuanto antes y alguno como el Sr. Reyes añade que además de ser esa su opinión, lo es también de algunos padres de alumnos que ante él explícitamente así lo expresado. [...]»

Dicha sesión claustral fue presenciada por los siguientes docentes: Sr. Cruz Rueda (Director), Sr. González-Meneses (Catedrático), Sr. Ruiz Ballón (Catedrático), Sr. Millán (Profesor), Sr. Alcántara (Profesor), Sr. Molina (Profesor), Sr. Mora (Auxiliar), Sr. Pérez Aranda (Auxiliar), Sr. Muñiz (Auxiliar), Sr. Reyes (Auxiliar), Sr. Cordón (Ayudante), Sr. Arjona (Ayudante), Sr. Ruiz-Muriel (Suplente), Sr. González-Meneses Rodríguez (P. interino) y Sr. Gálvez (Secretario).

No menos elocuente son las líneas extraídas del Acta del 15 de noviembre del Real Colegio de la Purísima Concepción, que dice así:

«En la ciudad de Cabra siendo las diez y seis horas, del martes quince de noviembre de mil novecientos treinta y ocho, se reunieron en el Salón de Actos del Colegio de la Purísima Concepción los Sres. que componen la Junta de Protectorado del mismo, Don Ángel Cruz Rueda, D. Antonio Lama M. [Méndez] de San Julián, D. Antonio Povedano Roldán, D. Francisco de P. Caballero Sánchez y el Secretario [D. Francisco Molina] que escribe. Abierta la sesión por el Sr. Cruz Rueda, se trataron los siguientes asuntos.
[...]
2º Se hace constar el sentimiento unánime de la Junta por el criminal ataque de la aviación roja contra esta ciudad el día 7 del corriente, que ha causado más de cien muertos y unos doscientos heridos y se acuerda contribuir a la suscrición [sic] con quinientas pesetas para socorrer a los perjudicados y familias de las víctimas, con cargo al capítulo de Imprevistos.
3º Suspendidas las clases del Instituto-Colegio con la venia de la superioridad, se acuerda la reapertura del internado a partir del día 22.
[...]»

Así pues, por estas Actas podemos confirmar el elevado número de víctimas (mortales y heridos) y la destrucción masiva de edificios. Pero lo más novedoso, conocemos cómo afectó el bombardeo en la vida del Instituto-Colegio de Cabra: se permitió la ausencia de alumnado, dejando marchar a los escolares internos, se clausuró el centro escolar sin clases, como poco, diez días, del 7 al 17 de noviembre; aunque podemos pensar que fuera hasta la apertura del internado, y, por último, se da cuenta de la obra social que realizó el Colegio de la Purísima Concepción con el pueblo de Cabra, como en otras ocasiones hiciera.

Una vez más, podemos reconstruir la historia de Cabra gracias a los innumerables documentos custodiados en los fondos del histórico Instituto "Aguilar y Eslava" y Fundación "Aguilar y Eslava", hoy custodiados en el reciente Centro de Estudios "Manuel Vargas Alcalde".

Pablo Luque Valle

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